viernes, 4 de mayo de 2012

Apartamento 143 (Apartment 143 - Emergo)


Otra semana pasa, y otro pseudo-documental de terror se estrena, con los mismos trucos que ya vimos cien veces, y con la arrogancia de que mágicamente logrará asustarnos con sus "sorpresas" y terroríficas manifestaciones paranormales. En fin... esta vez el título es Apartamento 143, y aunque pretende ser más realista y "científica" que otras cintas de idéntica manufactura, lo único que consigue es tropezar una y otra vez con sus propias reglas, perdiendo inmediatamente credibilidad y sacrificando el suspenso en aras de sobresaltos baratos y drama artificial.

El título de Apartamento 143 se refiere a la humilde morada de la familia White, quienes atraviesan un período muy difícil. El padre Alan (Kai Lennox) perdió su empleo como ingeniero, y le está costando mucho trabajo criar a sus dos hijos, un pequeño de cuatro años y la adolescente Caitlin (Gia Mantegna), quien odia a su padre y lo culpa por el reciente fallecimiento de su madre. Y, para colmo, la disfuncional familia empieza a experimentar eventos inexplicables, que atribuyen al fantasma de la finada madre. Entonces llaman a un equipo de parapsicólogos encabezados por un profesor universitario, y tras instalar cámaras por todo el departamento, se disponen a capturar y analizar la evidencia. Pero lo que encuentran podría ser más peligroso que un simple fantasma…

Para bien o para mal, Apartamento 143 combina las técnicas de Paranormal Activity y The Blair Witch Project, mostrándonos a veces tomas estáticas de cámaras de seguridad donde podemos ver el misterioso movimiento de un mueble o unas cortinas; y el resto del tiempo emplea la clásica "cámara en mano", confusa y borrosa para acentuar el "realismo" de la historia. En otras palabras, lo mismo de siempre, pero con actores diferentes y una premisa suficientemente distinta para evitar problemas legales; pero no para hacernos creer que estamos viendo algo único u original. Por el lado amable, la dirección de Carles Torrens es clara y dinámica; y entre los trucos que usa para distinguirse de la competencia está el énfasis en el intenso drama familiar que llevó a los habitantes de departamento hasta la patética situación que atraviesan. El guión de Rodrigo Cortés también merece crédito por aplicar un punto de vista semi-científico, atribuyendo los fenómenos sobrenaturales a causas distintas del típico fantasma vengativo. Lo malo es que sus buenas intenciones se salen por la ventana cuando surge la menor oportunidad de asustarnos con exagerados efectos de sonido y escenas tan melodramáticas que extinguen cualquier pretensión de realidad que pudiera subsistir.

Es probable que Apartamento 143 funcione mejor para personas que nunca han visto uno de estos falsos documentales de terror, así que merece una tenue recomendación por méritos propios, ya que cubre los puntos básicos del género (desde las consabidas tomas infrarrojas hasta la obligatoria visita del médium "new age") con más atención a las actuaciones y con una estructura narrativa más disciplinada de lo que estamos acostumbrados a ver en obras similares (y al menos no pierde tiempo con interminables caminatas por los pasillos de algún edificio embrujado... pero solo porque todo ocurre en un pequeño departamento). Habiendo dicho eso, conviene recordar que existen mejores cintas del mismo estilo (Lake Mungo, TrollHunter, Megan is Missing), así que hay suficientes alternativas en DVD o TV con sustos "reales" más eficientes y argumentos más interesantes. Como sea, la moda del falso documental no pierde fuerza a pesar de su saturación, y mientras se mantenga un grado mínimo de calidad podría perdurar por mucho tiempo. Cada quién decida si eso es bueno o malo.
Calificación: 6

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