jueves, 16 de febrero de 2012

The Sleeper


La publicidad de la cinta The Sleeper incluye la siguiente frase: "Lo que Ti West hizo con los setentas, Justin Russell hace con los ochentas". Ajá... valientes palabras. En cierto modo el director Justin Russell cumple esta promesa en un nivel superficial, pero a fin de cuentas su película fracasa porque la aburrida historia no muestra el mismo esmero que empleó al reproducir el estilo visual del cine "slasher" ochentero. A pesar de ello, The Sleeper puede ofrecer un rato de nostálgico entretenimiento gracias a su competente "gore" y al humor involuntario de sus diálogos y actuaciones.

La trama se ubica en el solitario campus de una genérica universidad norteamericana (¿están todos de vacaciones, o la escuela solo tiene una docena de estudiantes? No estoy seguro), y gira en torno a los asesinatos de varios adolescentes relacionados de algún modo con una fraternidad femenina, cuyas integrantes (y sus novios) empiezan a recibir llamadas telefónicas de un perturbado individuo que llora como niño mientras anuncia el nombre de su próxima víctima. Cuando los sobrevivientes se dan cuenta de que algo raro está pasando (no son exactamente genios, después de todo) llaman a la policía, y varios agentes se presentan para investigar el caso... aunque solo sirven como nuevas víctimas para el implacable asesino. ¿Quedará alguien vivo para resolver el misterio? ¿Y quedará algún espectador despierto para enterarse?

Desde los primeros segundos The Sleeper impresiona por su minuciosa réplica del cine ochentero. El "stock" cinematográfico, los encuadres, la paleta de colores... bueno, hasta la tipografía de los créditos contribuye a la ilusión de que estamos viendo alguna olvidada imitación de Friday the 13th o Halloween (lo único que falla es la moda y peinados de los actores, aunque tal vez la adición de “cabello de Farrah“ y “mullets“ hubiera parecido forzada). Pero conforme avanza la película se vuelve obvio que la trama no hace justicia a los elementos audiovisuales. El libreto no se toma la molestia de establecer antecedente alguno para el asesino o las jóvenes víctimas. No hay "historia de origen", motivo para los crímenes o algún rasgo humano que inspire simpatía por los anónimos estudiantes (sin embargo el director encuentra tiempo para torturarnos con un horrible interludio musical, espantosamente coreografiado al ritmo de una ridícula canción de proto-rap). Claro, muchas de estas fallas pueden encontrarse en las cintas "slasher" de los ochentas pero, en serio, si van a hacer un homenaje a este género, ¿no sería más apropiado emular sus mejores características, en vez de duplicar sus errores?

Para empeorar las cosas, los actores son absolutamente blandos e intercambiables. El asesino es patético, no usa máscara ni cuenta con algún "gimmick" que lo haga especial o memorable. Y al final (¿spoiler o advertencia? Ustedes decidan) ni siquiera se resuelve satisfactoriamente el "misterio" de los asesinatos, o la motivación del villano (y tampoco entendí por qué se llama "Sleeper"). Hablando de actores, Russell trata de ganar crédito con los fans del cine "B" dándole un papel secundario a Joe Bob Briggs, legendario crítico y entusiasta erudito del cine de explotación. Me gustan mucho sus artículos y respeto inmensamente sus esfuerzos por dar legitimidad a un género habitualmente despreciado. Pero, ¿como actor? No gracias, Joe Bob. Mejor ponte tu sombrero y regresa al autocinema imaginario donde tus muchos admiradores te recordamos.

Para ser justos, las muertes en The Sleeper son abundantes y bastante buenas, realizadas con una ingeniosa mezcla de efectos tradicionales, precisa edición y la combinación justa de falsedad y realismo para tener buen impacto, pero sin traicionar el estilo "retro" de la cinta. La banda sonora (con la excepción de aquella horrible canción de pseudo-rap) es absolutamente brillante, con discordantes sintetizadores y percusiones electrónicas que sin duda aprobaría John Carpenter o Tangerine Dream (de hecho, voy a ver de inmediato si está disponible en iTunes)(no, desafortunadamente no está). Y, bueno, a fin de cuentas no puedo odiar por completo una película cuya honorable intención fue rendir tributo a uno de mis géneros cinematográficos favoritos (aunque haya tropezado tantas veces con su propio entusiasmo). Entonces, puedo recomendar The Sleeper con el más mínimo margen positivo, y solo para conocedores del cine "slasher" que sepan apreciar por igual los aciertos y fallas de la película. Para el resto del público y los aficionados casuales al horror ochentero, hay mejores imitaciones que van desde vistosas réplicas profesionales (Machete) hasta auténticas "reliquias modernas" libres de glamour o afectación (Return to Sleepaway Camp). En resumen, Justin Russell no hizo lo mismo que Ti West... pero podría acercársele un poco si estudia con mayor empeño sus VHS's de The Burning, My Bloody Valentine y Black Christmas.
Calificación: 6

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