martes, 14 de febrero de 2012

The Big Year


Me interesaba bastante la película The Big Year por el trío de actores principales, pero el tema sonaba tan raro que casi me abstuve de verla. Y si bien es cierto que una cinta sobre "pajareo" (el hobby de observar aves) ofrece pocas posibilidades dramáticas y una estructura narrativa demasiado dispersa, a fin de cuentas terminó divirtiéndome porque el elenco construye personajes interesantes que mantienen la historia a flote hasta en sus más abstractos o tediosos momentos.

La trama (inspirada en hechos reales) sigue a tres entusiastas aficionados a la observación de aves, muy distintos entre sí, pero unidos por su pasatiempo. Stu Preissler (Steve Martin) es el millonario director de un emporio químico; pero lo único que desea es retirarse para poder entregarse de lleno a su pasión aviaria. Por otro lado encontramos a Brad Harris (Jack Black), programador humilde y divorciado (sí, por culpa de su hobby) que se ha vuelto experto en reconocer muchas especies de aves por sus sonidos distintivos. Y finalmente tenemos a Kenny Bostick (Owen Wilson), el campeón mundial de observación de aves, listo para romper su propio récord antes de que alguien más lo supere. Pero, ¿cómo se define al campeón de este "deporte"? Aparentemente la jerarquía de los "pajareros" se basa en una competencia llamada "el Gran Año", la cual consiste en tratar de ver (o fotografiar) todas las especies de aves norteamericanas que sean posibles en el transcurso de un año. Suena simple, pero para triunfar se requiere viaje constante, conocimiento de fenómenos climáticos, rutas migratorias, y desde luego una devoción absoluta por las aves y sus hábitos. Entonces, siguiendo a cada uno de estos aficionados durante los 365 días de su "Gran Año", vamos internándonos en el curioso mundo de la observación de aves, y de paso conocemos las personalidades de los competidores, así como sus problemas personales y las razones por las que buscan el triunfo.

Ahora que lo pienso, debí decir "cuatro actores principales", pues aunque The Big Year se enfoca en Steve Martin, Jack Black y Owen Wilson, resulta igual de indispensable la narración de John Cleese, quien nos orienta constantemente sobre los secretos del "pajareo", al mismo tiempo que nos describe el estado emocional de cada competidor. Y, claro, Cleese sabe añadir a la narración ese perfecto toque de sarcasmo que nos hace partícipes del humor, sin llegar a burlarse abiertamente de los obsesionados observadores de aves. Aún así, no será sorpresa que la cinta haya sido un rotundo fracaso económico; de hecho, creo que hubiera funcionado mejor como una modesta cinta "indie" (¿no hubiera sido éste un argumento más apropiado para Birds of America?) con actores desconocidos y un estilo visual más simple. Pero bueno, admito que la multitud de nombres célebres (incluyendo a Rashida Jones, Rosamund Pike, Kevin Pollak, Joel McHale, Dianne Wiest, Jim Parsons, Anjelica Huston, Tim Blake Nelson y Brian Dennehy), los elaborados efectos visuales (como cuando seguimos la migración de un colibrí a través de cientos de millas de mar) y la banda sonora (con canciones de Coldplay y otros) ayudaron a disimular las sustanciales fallas narrativas de The Big Year... pero no la rescataron del todo.

Para eso tenemos el trabajo de Martin, Black y Wilson (aunque entenderé si algunas personas consideran la cinta in-rescatable). A pesar de la excéntrica premisa, ninguno de ellos cae en burdo "slapstick" o payasadas forzadas. Por el contrario, lo mejor de la película es el fino balance en el desarrollo de los personajes, bien definidos como seres humanos con inseguridades y esperanzas que moldean sus actitudes de manera realista, sin traicionar (o siquiera tratar de explicar) su obsesión por las aves. Saben que el resto de la gente los considera extraños, y están acostumbrados a las confusas miradas de quienes no comprenden su afición; pero nada de eso altera su sincero entusiasmo y su honestidad consigo mismos. Claro que para llegar a ese punto debemos pasar por demasiadas escenas de inconexo melodrama que no logra unir armónicamente las aventuras de estos protagonistas. Por eso The Big Year se siente confusa y desorganizada durante gran parte del tiempo, pues cada vez que nos interesamos en una sub-trama, la atención cambia bruscamente a otro personaje; y así ocurre una y otra vez, hasta que el libreto llega a la "recta final", cuando por fin logra unificar las historias entrelazadas.

Por otro lado, entiendo la dificultad de dar estructura a una competencia difusa y casual que dura un año y no sigue un formato deportivo convencional. Por eso fue buena idea centrar el drama en el carácter de los personajes y dejar que los demás elementos encajen como puedan a su alrededor (lo cual lamentablemente rara vez ocurre). Lo que ciertamente "encaja" fue el subtexto de la historia, pues el "pajareo" podría fácilmente reemplazarse con algún otro "hobby", y la trama seguiría funcionando como un interesante análisis del comportamiento obsesivo, que en ocasiones llena algún hueco de nuestra vida, o sirve para compensar limitaciones en otros aspectos, o simplemente designa una meta concreta en una vida carente de rumbo. Entonces, puedo recomendar The Big Year más como experiencia didáctica que como simple comedia. No es muy cómica, a veces aburre, pero ofrece notables momentos de reflexión y emotivas revelaciones que justifican parcialmente su existencia. Y, claro, para fans del "pajareo" será indispensable ver esta cinta, pues inspira respeto por el hobby, y nunca se burla de sus practicantes. A menos que la canción Surfin' Bird los ofenda. Todavía la traigo atorada en la cabeza…
Calificación: 6.5

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uf, flojísima película rescatable por escasos elementos más apreciables desde el hogar que desde el cine, como el carisma del elenco, el amor por los animales, la fotografía y la dilapidada dirección de D. Frankel, la canción del celular, la temática existencial masculina, y lo mejor que hace que todo valga la pena: Rashida Jones (con ella o con Rosario Dawson espero el fin del mundo feliz).
¿No crees que el Birding puede ser equivalente a la cinefilia y el comentario de películas?
Saludos amigo

Gabriel Bazuca

Chile

Anónimo dijo...

Pablo eres "dogservador"?

http://www.buzzfeed.com/mjs538/things-that-make-corgis-happy

Pablo del Moral dijo...

Gabriel Bazuca: Buen punto. De hecho, creo que en el contexto de la película, el "birding" puede reemplazarse por cualquier hobby que obsesiona a su practicante, y que es incomprendido por el resto de la gente. Sin duda podría ser la cinefilia, los comics, Star Trek, etc. Muchos saludos y gracias!

Anónimo: Solo soy "dogservador" ocasional, pero mi madre se volvió adicta desde que le mostré ihasahotdog.com; muchas gracias por el link; se lo haré llegar y sin duda lo disfrutará mucho. Saludos y suerte!