domingo, 29 de enero de 2012

La Invención de Hugo Cabret (Hugo)


Honestamente no tenía altas expectativas sobre La Invención de Hugo Cabret, pues aunque admiro la obra de Martin Scorsese, me parecía extraño que un director conocido por retratar con devastadora crudeza el mundillo criminal de Nueva York, decidiera realizar una cinta familiar llena de fantasía... y en 3D. Sin embargo, el talento de Scorsese como director es innegable, y aunque la cinta dista mucho de ser mi favorita, es indudablemente una de las obras más personales de este cineasta, además de que cuenta con abundantes virtudes técnicas y narrativas para transformarla en una memorable experiencia cinematográfica... en más de un sentido.

La historia se desarrolla en el mágico París de los años treintas, y se centra (al menos durante la primera mitad) en Hugo Cabret (Asa Butterfield), un pequeño huérfano que vive en los pasadizos de una estación ferroviaria, manteniendo en funcionamiento los múltiples relojes que marcan los horarios de los trenes. Hugo heredó este trabajo de su finado Tío Claude (Ray Winstone), pero debe hacerlo en secreto, pues si lo descubre el adusto Inspector Gustav (Sacha Baron Cohen), se lo llevará al orfanato, donde Hugo no podría continuar su principal obsesión: reparar un curioso autómata humanoide que fabricó su padre (Jude Law) hace muchos años, y que tal vez oculta en su complejo mecanismo de relojería un último mensaje para su hijo. De vez en cuando Hugo necesita piezas mecánicas, y las roba de un humilde juguetero local llamado Monsieur George (Ben Kingsley), quien resulta tener una extraña conexión con el autómata de Hugo. Entonces, auxiliado por su amiga Isabel (Chloe Moretz), el niño trata de averiguar en qué circunstancias el anciano conoció a su padre... y lo que descubren cambiará sus vidas para siempre.

La verdad es que al principio no me estaba gustando La Invención de Hugo Cabret. El idealizado entorno parisino creado por Scorsese y su diseñador de producción Dante Ferretti es ciertamente impresionante, pero exuda una artificialidad tan marcada que por un momento pensé que estaba viendo una película de Ron Howard o alguien similar. Vamos, hasta el movimiento de los extras me parecía intolerablemente estudiado, así como los detalles "pintorescos" de la estación ferroviaria... la señora con su perrito ladrador, la vendedora de flores, el gendarme atolondrado que es al mismo tiempo villano y víctima de irritante "slapstick". En corto, parecería que Scorsese vertió en una sola película todo el sentimentalismo y cursilería que acumuló en 40 años de carrera. Sin embargo, cuando la historia cambia de rumbo (con sonoros rechinidos de los engranes narrativos, por cierto), La Invención de Hugo Cabret toma una personalidad totalmente distinta, ignorando a su epónimo protagonista para examinar la vida secreta de Monsieur George, y ahí es donde empezó a gustarme la cinta hasta culminar con un perfecto final, quizás un poco meloso pero muy satisfactorio para fanáticos del cine.

No quiero revelar demasiado para preservar las deliciosas sorpresas del libreto, así que será mejor verter halagos en los actores, empezando por Ben Kingsley como el anciano juguetero que no logra ocultar su genialidad detrás de su amargado exterior e intolerante carácter. El niño Asa Butterfield gana de inmediato la simpatía del espectador con su expresivo rostro, y aunque debemos creer que es un genio de la relojería, nunca cae en antipáticas posturas de niño precoz; indudablemente fue un gran hallazgo sin el cual La Invención de Hugo Cabret no funcionaría tan bien. Por otro lado, la niña Chloe Moretz tiende a caer ocasionalmente en esa precocidad de Canal Disney, pero logra compensarla con emociones honestas y sólida actuación, lo cual es decir bastante cuando tiene que compartir la pantalla con luminarias como Kingsley, Emily Mortimer o el mismísmo Christopher Lee, en un raro papel de afable bibliotecario. Sin embargo, el héroe de la película sigue siendo Martin Scorsese, en plena posesión de su impecable sentido narrativo y enérgica dirección para rescatar hasta las partes más dudosas de la historia. De hecho, mis críticas estarían más dirigidas hacia el guión de John Logan (basado en un libro de Brian Selznick), pues aunque se está vendiendo como una película familiar (¿mencioné el 3D?), estimo que la hora final resultará aburrida para los niños, mientras que el principio quizás desconcertará al auténtico público de la cinta ("movie geeks" como yo).

Pero bueno, con todo y sus inconsistencias, cambios de rumbo y excesiva artificialidad, La Invención de Hugo Cabret resultó ser una fascinante experiencia cinematográfica que vale la pena verse en la pantalla grande, no solo por su espectáculo visual (el uso de la tercera dimensión es bastante bueno, aunque no lo consideraría indispensable para disfrutar la cinta) sino por el mensaje que nos deja sobre el cine como expresión artística. En cierto modo hubiera preferido ver una cinta seria de Scorsese sobre estos temas, pero incluso bajo el disfraz de cine infantil cumple su propósito de enseñarnos, divertirnos y conmovernos, no necesariamente en ese orden. Pero por favor que no se haga costumbre... quiero ver de nuevo a este director trabajando en su tradicional cine realista. No necesitamos más amenazas como Robert Zemeckis o el mencionado Ron Howard, usualmente buenos directores hasta que pierdan los estribos y la visión cuando hacen cine "para niños" que solo provoca dolores de cabeza. Tuvimos suerte esta vez, y no es necesario arriesgarse de nuevo.
Calificación: 8.5

5 comentarios:

René dijo...

Bien, bien...

El Sr. Martin aun tiene el toque!!!

La veré en el cine.

Por culpa de él es que la canción Layla la asocio a un montón de cadáveres en vez de romance, como pretendía Clapton.


Saludos...

René

Alvaro dijo...

Desde hace mucho tiempo que deseo ver esta película...Aunque es cierto que, como mencionas, se ve muy distinta a las otras películas de Martin Scorsese, me parece bastante bueno que se hagan películas familiares de tipo más "maduro" en una época como esta, con tantos largometrajes llenos de coloridos y ruidosos efectos especiales, esterotipos odiosos, y sentimentalismo forzado.

Pablo del Moral dijo...

René: Ojalá no te decepcione; y gracias por mencionar el aspecto musical de Scorsese... creo que rara vez se le da el crédito que merece en ese terreno. Saludos!

Álvaro: En efecto, aunque sea una cinta familiar, Hugo resulta muy distinta del material genérico para niños que produce Sony Pictures, DreamWorks, etc. Ojalá te guste y saludos!

Anónimo dijo...

Esta vez discrepo, le puse un 10 con con fianza debido a que la experiencia en 3D fue memorable, la cinta tiene momentos para ver varias veces, hay varias lecturas, está para variar llena de citas y homenajes, y el elenco actúa de pelos. Esto es un festín cinéfilo por y para cinéfilos, Scorsese a su edad se mantiene de hierro.

Gabriel Bazuca
Chile

PD: Anoche vi Chronicle y estuvo formidable, a la lista de las de culto de este 2012.

Pablo del Moral dijo...

Gabriel Bazuca: Muchas gracias por compartir esa entusiasta recomendación; me da gusto que la hayas disfrutado más que yo... y me pregunto si viéndola de nuevo descubriré más virtudes. Supongo que tendré que esperar al DVD. Un abrazo y feliz semana!