sábado, 29 de octubre de 2011

Desafiando a la Vida (Soul Surfer)

Nota: Publico nuevamente esta crítica por el reciente estreno de la película en México.

Empecé a ver Soul Surfer con la esperanza de encontrar escenas de surf bien filmadas y hermosos paisajes hawaianos, para compensar lo que seguramente sería una blanda historia de inspiración semi-religiosa. Para mi sorpresa terminé disfrutándola mucho más de lo que esperaba, no solo por su genuinamente conmovedora historia (basada en hechos reales, naturalmente), sino por las excelentes actuaciones del elenco entero (¡incluyendo al mismísimo Hércules!) y la sólida dirección de Sean McNamara (redimiéndose parcialmente por la atroz Bratz), quien logró mantener un sobrio balance entre los elementos "espirituales" del relato y la simple fortaleza de sus personajes. Todo eso además de las emocionantes escenas de surf que yo esperaba, y las majestuosas vistas de las costas hawaianas.

La película Soul Surfer se centra en Bethany Hamilton (AnnaSophia Robb), cuyos padres fanáticos del surf (Dennis Quaid y Helen Hunt) le inculcaron a la niña el gusto por el deporte desde muy temprana edad, el cual practica en compañía de su mejor amiga Alana (Lorraine Nicholson). Cuando ambas llegan a la adolescencia demuestran tanto talento natural que los principales patrocinadores del surf las consideran como candidatas al nivel profesional, lo cual las estimula aún más para perfeccionar su técnica. Pero durante una apacible práctica Bethany es atacada por un tiburón y pierde el brazo izquierdo, además de grandes cantidades de sangre. Si tiene suerte de sobrevivir, tendrá que abandonar el surf para siempre. O al menos eso es lo que todos piensan, excepto Bethany misma, quien tiene otros planes para continuar su afición a las olas.

En su nivel más básico, Soul Surfer parece una continuación de aquellos "dramas de la semana" tan comunes en la televisión del siglo pasado. Además, la ideología cristiana enarbolada desde el principio amenaza con transformar la película en un panfleto didáctico difícil de digerir. Sin embargo McNamara no permite que eso ocurra, pues mantiene el ángulo religioso como un elemento periférico cuya función no es convencernos de nada, sino darle contexto al indomable espíritu de la muchacha y a la fe de sus padres (y su familia entera), quienes nunca se opusieron a la pasión de Bethany, incluso cuando enfrentaba obstáculos imposibles. De este modo la trama evita estancarse en el nivel “técnico” superficial (el cual es interesante por sí mismo… ¡Imaginen incorporarse y balancearse en la tabla de surf con un solo brazo!), para dedicar igual tiempo a la exploración del conflicto interno de la niña. Su viaje emocional es asombroso, y nos lleva desde la depresión inicial por no poder hacer cosas que antes parecían fáciles (como cortar una naranja o tocar el ukulele), hasta la inusitada pasión con la que analiza y vence uno por uno los retos que se ponen en su camino, logrando... bueno, no quiero revelar "spoilers", pero siendo una película "inspiradora" podemos imaginar a dónde nos llevará la conclusión.

Además de esa lucidez narrativa, lo que impulsa Soul Surfer con mayor fuerza es la actuación de AnnaSophia Robb, cuyo notable trabajo en cintas infantiles como Bridge to Terabithia y Because of Winn-Dixie ya anunciaba cosas buenas. Quizás no esté al nivel de sus contemporáneas Elle Fanning o Abigail Breslin, pero en cualquier momento encontrará el papel adecuado para alcanzarlas. Su interpretación de Bethany Hamilton encuentra el rango emocional exacto para hacer creíble el impacto del accidente, su depresión temporal y la tenacidad con el que emprende su "re-nacimiento". Por su parte, Dennis Quaid y Helen Hunt cumplen con decoro el difícil trabajo de ser padres comprensivos con la imposible tarea de apoyar a su hija y al mismo tiempo protegerla de su propio entusiasmo. Y los fans (como yo) de la olvidada serie de televisión Beyond the Break apreciarán encontrar a Sonya Balmores en el corto pero jugoso papel de Malina, la principal rival de la protagonista; en cierto modo podría considerarse la "villana" de la película, pero en realidad es una de las pocas personas que nunca puso en duda la capacidad de su oponente, ya fuera con uno o dos brazos. Finalmente, el gran Kevin Sorbo nos muestra su lado dramático como padre de Alana (la mejor amiga de Bethany), quien tiene abundantes razones para sentirse apesadumbrado después del accidente. Me dio gusto verlo en una película "normal", donde no tenga que blandir espadas o combatir aliens mediocremente realizados por computadora.

Hablando de lo cual, merece aplauso y profunda admiración el increíble trabajo realizado por el estudio Engine Room para crear la ilusión del brazo amputado. En el "detrás de las cámaras" incluido en el DVD vemos como la actriz AnnaSophia Robb usó durante la filmación una especie de manga verde en el brazo para facilitar el trabajo de "borrarlo" digitalmente. Claro que "facilitar" es un término relativo, pues los valientes rotoscopistas tardaron casi un año en esa laboriosa actividad... pero valió la pena. La ilusión es tan perfecta que rápidamente olvidamos el truco para centrarnos en las actuaciones, lo cual debería ser siempre la meta de los efectos "invisibles" (mis disculpas por esta diatriba "geek"). Entonces, Soul Surfer me pareció una excelente cinta familiar, quizás un poco blanda y demasiado inocua para satisfacer el apetito dramático de algunos espectadores, pero definitivamente bien producida, con excelente cinematografía y actuaciones perfectamente adecuadas para el estilo e intención de la película (aunque no ganen premio alguno). Pero, por encima de todo, creo que Soul Surfer es una película con mayor sustancia y lecciones más valiosas que la mayor parte de las cintas animadas cuya única función es vender juguetes a los niños. No tengo hijos, pero si los tuviera siento que Soul Surfer sería una película que podría compartir con ellos sin sentir pena ajena. Claro que opino lo mismo de Evil Dead, así que no me hagan mucho caso...
Calificación: 8.5

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SUPER
Voy a subir mi crítica en este espacio porque siento que el espacio para SUPER ya está así como que muy atrasado y no sé si alguien lo visitará

¿El cine de super-héroes ya es un género cinematográfico? Y si es así ¿Los super-héroes "reales" (los que la película dice que están a la vuelta de nuestra cuadra) se han vuelto un subgénero del primero? ¿Y si es así llegará el momento de la saturación para ambos casos? Ojalá que no, pero después de ver la película SUPER, creo que no se puede hacer nada más con los super-héroes "reales".

La película muestra a Frank D'arbo un cocinero de un fondita que ama a su esposa con todo su corazón, sin embargo, ésta se escapa con Jacques, un traficante de drogas, quien la usa como objeto sexual y conejillo de indias para sus drogas. Así que Frank, armado con buenas intenciones y una llave de tuercas, e inspirado por su héroe Holy Avenger y alucines divinos, Frank decide tomar la identidad de Crimson Bolt, y mientras trata de detener crímenes por aquí y por allá, una vendedora de comics, Libby, descubre su identidad secreta, así que para mantener su secreto Frank la adopa como su compañera: Boltie, Y juntos deciden detener el crimen y rescatar a la esposa de Frank. Siempre que tengan suficiente suerte para mantenerse con vida o escapar de la policía.

(Por fin termine con la reseña) Seamos honestos, este sub-género debe tener estos elementos a fuerza: la parodia/homenaje a los super-héroes impresos y la violencia extrema. Creo que no se podría hacer este tipo de películas sin estos elementos, porque entonces las consecuencias de salir a combatir el crímen sin tener superpoderes no se sentirían reales.

Sé que estoy en la minoría, pero por ratos sentí Kick-Ass como una película de arte, SUPER bien podría ser una verdadera película de arte, las tomas estilo casi dogma, la saturación de colores y los montajes me transmitieron esa sensación y claro no olvidemos la crudeza de las peleas y los ¡¡¡SIMBOLISMOS!!!

Los personajes están muy bien dibujados, una vez más vemos un protagonista patético que toma un traje de héroe para sentir que hace algo con su vida, pero a diferencia de Kick-Ass, Frank tiene 1 objetivo más palpable (procuraré que sea la última comparación con Kick-Ass), el papel de Libby sabe abrazar la locura ocasionada por llevar este tipo de vida, sin que mida las consecuencias, Jacques me pareció demasiado exagerado para el contexto que nos quiere mostrar la película, no lo hace mal, pero ¿realmente un narco habla tan amablemente con sus víctimas o se exalta tanto cuando asaltan su casa? No lo hace mal, pero eso me rompió la "realidad" que SUPER trata de imprimir. Y la esposa de Frank realmente no se siente importante hasta el final de la película.

Tal vez SUPER sea la película se super-héroes reales (c) (si, ya lo decidí así se llamará ese género) definitiva. Veo que esta película no será para todo el público, mucho menos para el infantil, por el regodeo (?) que se da en su mal gusto, violencia y rareza. Podría recomendarla para fanáticos de los comics, o estudiosos de cine. Las audiencias "normales", bueno 1 día dénle 1 oportunidad a esta película...en serio está...super.
ATTE
IMPALA

Pablo del Moral dijo...

Impala: Gracias por esa crítica; me da gusto que como fan de los comics, Super te haya parecido interesante e inteligente (a pesar de los SIMBOLISMOS!!! ;-) Un abrazo y mucha suerte!